La ilustradora inaugura el proyecto ‘OMG! Watch your step’ y llena de color las escaleras de la tienda
En OMG BCN nos gusta que pasen cosas, el dinamismo, la originalidad, el diálogo fluido con los artistas y así ha nacido el proyecto OMG! Watch your step, que convierte las escaleras de la tienda en una pequeña galería. Inauguramos este espacio con Lorena Eloizaga, artista de colores vibrantes y paisajes abstractos, y aprovechamos para hablar con ella de grandes proyectos, de sus influencias y del camino recorrido para lograr un estilo propio.
Es inevitable empezar por agradecerte el mural que has desplegado en las escaleras de nuestra tienda, a todo color, muy Eloizaga.
En abril empezamos a hablar de la colaboración, de utilizar el espacio de las escaleras para animarlo y hacer algo diferente que generase interacción con los clientes. Te puedes sentar en las escaleras y tomarte selfies. Es muy divertido. Los colores y mi estilo son muy veraniegos, y escogimos esta obra que tiene rosas, azules, amarillos, naranjas… En mis obras represento la naturaleza, pero es una vista subjetiva, mi interpretación. Me gusta trabajar creando formas abstractas de la naturaleza.
Te presentas como artista colombiana residente en Barcelona, aunque tienes formación como ilustradora, en diseño industrial y de interiores. ¿Con qué disciplina te quedas?
Digo que soy artista para involucrarlo todo. Con la que más disfruto es con la ilustración, porque puedo crear mis mundos mágicos, pero el interiorismo y el diseño industrial hacen que tenga el conocimiento para crear un producto. Cuando estudias arte o te interesas por el diseño, exploras varias disciplinas y tienes que entender cuál te gusta más, además de hacer todo lo que puedas hacer para desarrollar un estilo. Tienes que probar y probar y probar. Estudiar ilustración en Londres hizo que lo que había hecho anteriormente confluyera y si no hubiese tenido todos estos conocimientos, mi diseño se habría quedado un poco en el aire. Es difícil poder vivir del arte, pero cuando vas teniendo el criterio para terminar un producto, creas lo que quieres dándole tú la dirección, sin dejarlo en manos de terceros,
¿Cuáles son tus primeros recuerdos artísticos?
Mi padre trabajaba para Taschen, y creo que esto fue una influencia. Estar en contacto con los libros, sobre todo en Colombia, donde no ves tantas exposiciones de arte, y haber tenido acceso a tantas imágenes, probablemente llamó mi atención. Luego en el colegio me gustaba mucho pintar y siempre quería hacer murales, meterme en grupos de naturaleza. En secundaria, les pedí a mis padres hacer clase de dibujo, y me formé con Germán Rodriguez, aprendiendo la forma, el objeto, los principios de la pintura, la abstracción…
Te hemos leído afirmar que “el color te hace feliz”. ¿Es el elemento más identificativo de tu trabajo?
Para mí el color tiene que ver mucho con la memoria. Empecé a dibujar más en Londres, y creo que afloraron los recuerdos de haber crecido en Colombia, rodeada de los Andes, de los colores de las plantas y las frutas, tan naranjas, tan fucsia. Cuando hago mis obras, los colores son muy vibrantes y es lo que me hace sentir feliz. Una anécdota: estoy enamorada del Mediterráneo. En la universidad de Colombia estudiábamos a Monet, que pintaba el mar en tonos rosados. Yo decía: “no puede ser, el mar es azul”. Cuando llegué a Barcelona y vi los atardeceres, descubrí que el Mediterráneo tiene este rosa… Los colores me inspiran.
“Hay proyectos con los que tienes una relación más emocional, como el mural que pintamos en el instituto de La Mina”
¿Cómo afrontas los proyectos de ilustración?
He hecho colaboraciones con diferentes marcas y sonará un poco cliché, pero cada proyecto es interesante, es como empezar algo nuevo. Cada vez que haces algo diferente se te abre una puerta.
Háblanos del proyecto de muralismo que llevaste a cabo en el Institut Escola La Mina, La danza del patio.
Aparte de los proyectos comerciales, hay proyectos con los que tienes una relación más emocional y que te hacen sentir más conectada con el corazón, como cuando te llama un colegio –a través de la asociación El Generador– y te dicen que les gustaría trabajar contigo para una colaboración, para hacer un mural en el patio. Me encantó: el espacio era gris, no tenía nada. En la cabeza tenemos la idea de que La Mina es un barrio problemático, con diferentes situaciones, y los niños fueron increíbles. ¡Estaban emocionados de pintar! Empezamos haciendo una pared larga, de 15 metros. Luego decidimos hacer la de al lado, y otra más. ¡Pintamos hasta tres paredes! [el proyecto se realizó entre 2019 y 2020] .Quedó muy peaceful, muy tranquilo. Que los niños tengan posibilidad de crecer con color alrededor es fascinante. Ahora sirve como telón de fondo para hacerse fotos de grupo.
La experiencia demuestra la importancia de estimular la creatividad cuando estamos creciendo. ¿Lo compartes?
Sí, el color es uno de los recursos psicológicos que ayudan a los jóvenes a desarrollar su creatividad. Yo a mis 20 años empecé a conectar con la Lorena de 14 años. Cuando vas creciendo, te vas amoldando a ser adulto y dejas de lado cosas que querías hacer de niña. Cuando conectas con la creatividad y las ganas de soñar, aun siendo mayor, es genial. Y si puedes trasladarlo y compartirlo con jóvenes es mucho más gratificante.
¿Hay artistas con los que tengas algún vínculo especial?
De Matisse me encanta la manera tan simple de usar el color. También me gusta el color de David Hockney, que además tiene mucha naturaleza. Fui a ver la exposición que le dedicaron en Londres en el 2012, y sus trabajos hechos con la tableta hicieron sentirme segura para trabajar yo con la parte digital. Georgia O’keeffe también es importante: tenía uno de sus libros cuando era pequeña. Y Picasso. Mi abuelo es vasco y mi abuela es colombiana. Él huyó de la Guerra Civil, emigró en barco sin saber a dónde iba y llegó a Colombia. En la casa de mis abuelos había una reproducción del Guernica, de 50 x 70 centímetros, en blanco y negro, y me daba algo de miedo cuando era pequeña. Sin darme cuenta creo que esa presencia, y que mi abuelo mostrase de donde era y cómo había llegado hasta allí, esto también ha influenciado mi estilo.